Ruth Beitia, capitana del equipo español en los Mundiales de Moscú, logró la medalla de bronce compartiendo el tercer peldaño del podio con la rusa Anna Chicherova, campeona olímpica y mundial.

La cántabra logra su primera medalla de rango universal al aire libre y la segunda en total, pues el año pasado fue campeona de Europa.

Sólo dos atletas, la estadounidense Brigetta Barrett y la rusa Svetlana Shkolina, pudieron con los dos metros y se jugaron el título en 2,03, en un pulso decantado a favor de la heroína local.

La de Ruth Beitia es la segunda medalla española en los Mundiales de Moscú, después de la conseguida, igualmente de bronce, en 20 kilómetros marcha por el murciano Miguel Ángel López.

En un concurso con trece finalistas, la batalla empezó con el listón en 1,89, altura que eliminó a la alemana Marie Jungfleisch. En 1,93 hubo otras dos víctimas, la lituana Airine Palsyte y Levern Spender, natural de Santa Lucía.

Diez atacaron el listón en 1,97, que dejó fuera a la polaca Kamila Stepaniuk, a la italiana de 20 años Alessia Trost, a la china Xingjuan Zheng y a la rusa Irina Gordeeva.

Beitia llevaba un concurso impecable hasta ese momento y eso le sirvió, como había predicho, para colgarse la medalla porque sólo dos atletas, la estadounidense Brigetta Barrett y la rusa Svetlana Shkolina, pudieron con los dos metros.

Shkolina, llevada en volandas por el público, batió su récord personal con 2,03 y se llevó de premio la medalla de oro, ya que Barrett derribó en sus tres intentos.

Beitia participaba por cuarta vez en la final de unos campeonatos del mundo, con 34 años, y es probable que haya sido la última, aunque ni ella misma sabe si estará en activo en 2015 para luchar por una quinta.

Beitia anunció el pasado año su retirada de la competición después de conquistar su primera medalla al aire libre en el Europeo de Helsinki y terminar cuarta en la final olímpica, pero reconsideró su decisión y ahora prefiere no hablar del futuro. «Ni yo misma sé lo que haré dentro de tres días», dijo.

Beitia llegó a Moscú con una marca de 1,95 y superó sin contratiempos la calificación, en la que bastó con 1,92 para meterse en la final, en la que sobrepasó el listón en 1,97.

Beitia debutó en unos Mundiales en París 2003 con el undécimo puesto y una marca de 1,90. Dos años después, en Helsinki 2005, cayó en la calificación con 1,88; regresó a la final en Osaka 2007, donde fue sexta con 1,97, y obtuvo su mejor resultado hasta ahora en Berlín 2009, quinta con 1,99.

En Daegu 2011 saltó 1,92 y no se clasificó pero, curiosamente, formó parte del relevo 4×100 español, en sustitución de la lesionada Belén Recio.