El Racing de Santander no pasó del empate el pasado sábado en Tafalla en un partido que  se complicaron los mismos pupilos de Pedro Munitis.  Comenzó el encuentro bastante trabado, con ambos equipos expectantes y sin dominio claro por parte de ningún bando. Las ocasiones brillaron por su ausencia en una primera mitad muy descafeinada. Todo lo contrario que la segunda. El conjunto racinguista saltó al césped de Tafalla con otra actitud, tomando la iniciativa del juego y llevando el peso del partido. Artiles primero y Chus Hevia despues, el mejor hombre del partido, adelantaron a los verdiblancos y ponían muy de cara el partido, pero un error defensivo de Mikel Santamaría -cedió un balón con la cabeza a Dani Sotres, rebasando por encima al portero y colándose en la porteria- recortaba distancias en el marcador para los locales. Cierto es que el Racing no tardó en contestar a este revés y fue el propio Santamaría el que amplió de nuevo la ventaja en el marcador, poniendo el 1-3 en el minuto 86.

Parecía que el partido estaba más que finiquitado hasta que dos minutos más tarde, un desbarajuste total y absoluto por parte de la defensa racinguista dejaba sólo al delantero del Peña Sport, que driblaba a Sotres en el mano a mano y éste le derribaba a los ojos del árbitro, que no dudo en señalar la peña máxima. El Peña Sport materializó el Penalti y los locales se volvían a acercar en el marcador. Ahí empezaban los cuatro minutos fatídicos que a la postre iban a condenar a los de Pedro Munitis al infierno. Las nubes del cielo de Tafalla se volvieron negras, al igual que las ideas de los verdiblancos. El Peña Sport se hechó encima y asedió durante el tiempo añadido, hasta que una falta a 30 metros del área defendida por Dani Sotres hacia saltar todas las alarmas. Balón parado, pesadilla para el Racing en este inicio de temporada. Balón parado que condenó una vez más al conjunto cántabro. Tras unos rebotes en el área el balón pega en un jugador verdiblanco y se cuela en la porteria de Sotres.

Empate a tres final y un mal sabor de boca que deja al Racing a cinco puntos de los puestos de promoción.