Una nueva derrota. Otro fin de semana más sin sumar puntos. Decepción, desilusión, batacazo. El Racing de Santander regresa de León con el maletero vacio de puntos, pero lleno de sentimientos negativos y frustración. Frustración de los jugadores y de Pedro Munitis. Unos porque no son capaces de dar la vuelta a una tortilla que se lleva quemando desde el inicio de la temporada y otro porque no sabe qué tecla pulsar para salir de una situación, ahora sí, más que límite.

Esta vez los verdiblancos estaban advertidos, eran conscientes de la dificultad del partido a tenor de los últimos resultados de la Cultural. Pero lejos, muy lejos de que esto sirviera para que los racinguistas saltaran al terreno de juego con un plus más de intensidad, los locales colocaron el 2-0 a los 14 minutos. Dos errores, dos goles firmados por el infortunio, una vez más, sentenciaron un encuentro al que sobraron 76 minutos.

Falta de orden táctico sobre el césped, falta de actitud, falta de ideas… La Cultural necesitaba bien poco para crear peligro en la portería defendida por un Dani Sotres cuyas actuaciones están dejando mucho que desear.

Los pupilos de Pedro Munitis firmaban el peor partido de la temporada en la 11ª cita con la liga regular. 11ª, si. Todavía hoy siguen coleando las palabras de Munitis en el estudio de Radio Marca Cantabria, en las que aseguraba que a partir de la quinta jornada iba a ser muy difícil ver perder al Racing. Pues bien, ya han pasado cinco partidos y los números son de dos derrotas, dos victorias y un empate, repito, los números, porque las sensaciones ahora son todavía peores que las de hace seis jornadas.