Fue un día triste para los más de 600 aficionados que acudieron a tierras bercianas y también para los que tuvieron que seguir el partido enganchados a la radio. Las caras de los jugadores reflejaban la impotencia de no haber podido conseguir el objetivo de la permanencia. Aunque el equipo ha mejorado su imagen desde la llegada de Alejandro Menéndez lo cierto es que no ha ganado en los partidos decisivos y le ha sido imposibleremontar con la rémora que tenía en la primera vuelta, 18 puntos. Sólo varias cambolas salvarían al equipo del descenso. La primera que desciendan al Guadalajara por irreguliridades. Si esto se da, la siguiente sería ser cuarto por la cola y ahora el Racing es antepenúltimo. Deberá ganar al Hércules el domingo y esperar que Murcia y Huesca no saquen adelante sus envites. Demasiadas carambolas y poco juego.